Session 2

John 4

From El Estudio de Juan en 21 Dias

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John 4

Jesús no quería estar solo con la gente “buena”. En el cuarto capítulo de Juan, Jesús inicia una conversación con una figura inesperada, una mujer. No cualquier mujer, era samaritana y había tenido cinco maridos. En aquella época, su género la hacía culturalmente inferior; su raza la etiquetaba como una mujer rechazada; el estilo de vida que eligió la marcó como alguien condenada. Pero Jesús ignoró todas esas barreras que les separaban. Jesús no se fija en las apariencias, su interés es por las personas. Todas las personas, personas heridas, personas perseguidas, personas que toman malas decisiones. Gente vacía. Porque todos somos así, ¿No es cierto?

En Juan 4:15, la mujer hace alusión a lo difícil que es ir al pozo cada vez que tiene sed. De esa misma manera, ella volvía repetidas veces al pozo de sus malas relaciones, que utilizaba para llenar su gran vacío. En Juan 4:13 y 14, Jesús le ofrece curar una herida que ni siquiera ella sabía que tenía; hoy, él nos ofrece lo mismo a nosotros.

Muchas veces pasamos la vida enfocados en las cosas que el mundo nos ofrece: el dinero, el éxito, las relaciones amorosas, el sexo, las posesiones materiales, el entretenimiento; y la satisfacción que obtenemos de ellas, en el mejor de los casos, es pasajera. En cambio, Jesús nos ofrece paz y alegría, una relación satisfactoria; por sí mismo, él satisfice todas nuestras necesidades, calma nuestra sed, permanece siempre a nuestro lado y nunca decepciona. Nos busca y acepta tal como somos para satisfacer nuestra mayor necesidad, la necesidad de un Salvador.

  1. ¿Qué aprendiste de Jesús en este capítulo?
  2. ¿Has tratado de llenar tus vacíos con las cosas que el mundo nos ofrece? ¿En qué trampas has caído repetidamente como la mujer del pozo?
  3. ¿Cómo has experimentado la paz, la alegría y el amor de Jesús en tu vida recientemente?

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